By Jack McLinden – May 2015
I’m a Jesuit novice (aka Catholic priest-in-training), and I’m traveling on my “pilgrimage” right now, which has led me to Casa Maria! The Jesuits send us out one-by-one with $35 and a one-way bus ticket, and tell us to come back in a month. The pilgrimage is all about really developing our trust in God, and one of the greatest gifts for me has been the people I have met along the way. The people here at Casa Maria have welcomed me on my journey, and they have also really challenged me.
My few days here at Casa Maria has gone by in the blink of an eye, it seems. Yet I feel a strong call from God to respond to the experiences and inspirations I’ve had in just this short time. The desert is completely new territory to me, but being here at Casa Maria has made a big impact on me.
In just a few short days here, I have seen the hospitality of Casa Maria both towards me and the people in this community. But it’s not just about a passive or hands-off feeling of “doing good.” Casa Maria has challenged me to be active on a local level, to be informed, and to work with and empower the people around me. I cannot just sit back and be disinterested about things happening in my community. It is my responsibility as a Christian to apply the messages of Jesus and Casa Maria’s other hero, Pope Francis, to my own local circumstances. I must continue to ask myself, how am I putting my faith into action with the people around me?
This question challenges me, because it really reminds me of my own journey to entering formation for the Jesuits. When I received my first inspiration from God to become a priest, it was all about responding to the call of Jesus to “come, follow me.” When I first really considered that invitation from Jesus, I was drawn to the priesthood and to a radical response of devoting my life to Christ. Now, as I continue my path with the Jesuits, I must further discern how Jesus is inviting me to respond to his call.
Following Jesus for me, and I think for Casa Maria, does not mean just sitting back and being comfortable. Jesus challenged the attitudes of his time, he was unashamedly among all kinds of people, and he risked and even sacrificed his own life to carry out the mission for which he was sent by God. I want to take this inspiration from Jesus and Casa Maria, and allow it to form me as I work toward priesthood with the Jesuits. I hope you are challenged by Jesus, and maybe also by these amazing people at Casa Maria, to be courageous in responding to Jesus’ call to “follow me” in your own life and circumstances. ¡Gracias a Casa María y gracias a Dios para esta inspiración!
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Por Jack McLinden – Mayo 2015,
¡Yo soy un Jesuita novato (sacerdote Católico en entrenamiento), y estoy viajando en mi “peregrinaje” ahora mismo, el cual me ha traído hasta aquí a Casa María! Los Jesuitas nos envían uno a uno con $35 dólares y un boleto de camión, y nos dicen que regresemos en un mes. El peregrinaje es para poder desarrollar nuestra confianza en Dios, y uno de los regalos más grandes para mí han sido las personas que he conocido en el camino. Las personas de Casa María me han dado la bienvenida en mi viaje, y también me han retado.
Mis pocos días aquí en Casa María parecen haber pasado en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, siento un fuerte llamado de Dios en responder a las experiencias e inspiraciones que he tenido en este poco tiempo. El desierto es un territorio completamente nuevo para mí, pero estando aquí en Casa María ha tenido un gran impacto en mí.
En unos cuantos días aquí, he visto la hospitalidad de Casa María hacia mí y hacia las personas en esta comunidad. Pero no se trata solo de un sentimiento pasivo de “hacer el bien”. Casa María me ha retado a estar activo a nivel local, estar informado, a trabajar y dar poder a las personas a mí alrededor. No puedo estar sentado ni desinteresado sobre las cosas que están pasando en mi comunidad. Es mi responsabilidad como cristiano aplicar el mensaje de Jesús y del otro héroe de Casa María, el Papa Francisco, a mi propia situación local. Debo continuar preguntándome, ¿cómo estoy poniendo mi fe en acción con las personas a mí alrededor?
Esta pregunta es un reto, porque en realidad me recuerda a mi propio viaje para entrar a la formación Jesuita. Cuando recibí mi primera inspiración de Dios para ser un padre, todo era sobre responder al llamado de Jesús de “ven, sígueme.” Cuando por primera vez en realidad considere la invitación de Jesús, me sentí atraído por el sacerdocio y a una respuesta radical de dedicar mi vida a Cristo. Ahora, mientras continuo mi camino con los Jesuitas, debo de discernir como es que Jesús me está invitando a responder a su llamado.
Para mí, y creo que para Casa María, el seguir a Jesús no significa el estar sentado y cómodo. Jesús reto las actitudes de su tiempo, el estuvo sin ninguna vergüenza entre toda clase de personas, y arriesgó e incluso sacrificó su propia vida para llevar a cabo a misión por al cual fue enviado por Dios. Quiero tomar esta inspiración de Jesús y Casa María, y permitir que me forme mientras trabajo en mi sacerdocio con los Jesuitas. Espero que todos sean retados por Jesús, y tal vez también por estas increíbles personas de Casa María, a ser valientes y responder al llamado de Jesús de “síganme”, en sus propias vidas y circunstancias.
¡Gracias a Casa María y gracias a Dios para esta inspiración!