By Poncho Moro
Poncho is a regular here at Casa Maria.
Most immigrants flee their country in search of a better future for their families. They search for a social justice that can rarely be found. A social justice that has been neglected in their country of birth. In some cases, these people cross three or four countries to reach their destination in the U.S. and to obtain the so called “American Dream.” For some, the American Dream is often broken and is nothing but a false illusion. Some lose their lives in their search, some are beaten, raped, imprisoned and robbed. At times, a great majority of undocumented people have US-citizen children and have adapted and created a culture of their own. These people have paid their taxes and helped enrich this country with many of their great abilities. Despite all the qualities that have helped form this country and made it so great, they are being arrested and being placed in detention centers regardless of how many years they have been living in this country and later on being sent to a place they no longer belong.
There are certain circumstances in which some of our young adults that were brought at a young age are being sent to a country in which they don’t even speak the language. Nowadays, the separation of families is so extreme that there have been over 1,500 kids the government has lost track of. Children are being separated from their parents and taken to places where they are being mentally abused, mistreated and even threatened to be raped. The people doing this shield themselves using the word of the Lord by saying that God once said to obey the government but I believe our Lord is merciful and we should not be doing this to innocent children. The immigration system is broken by hatred and racism.
No kid should be going through what these kids are going through. This is not what God would’ve wanted us to do. The government is stepping over every human right. Immigrants do not come to the U.S just for fun but out of necessity because their countries have been oppressed and monopolized, leaving them with extreme poverty, contamination, and with the very least necessities for survival. Not happy with monopolizing countries, they also make a corrupted government who steals away the little that the people have.
This country has become so heartless and inhumane to people in need. We no longer care about what those people have gone through. We are not merciful yet we still use the word of God to excuse us from our horrible behavior. Hundreds of families are being separated. Helpless mothers and fathers are being detained and imprisoned for a simple traffic stop in which there was a broken taillight or didn’t use their signals. It seems as if we stopped caring about our brothers and sisters. Recently, a family who was caught crossing the border was detained, and due to the frustration and not knowing where his family was, the father committed suicide. One of many Dreamers deported was assassinated three weeks after being sent to Mexico because he didn’t know anything. In Iowa, a nursery was raided, taking over 100 people and those people leaving their kids in day care. Those parents were never able to pick up their kids, they were forced to abandon their dreams. Will the nightmare ever end? Will undocumented families ever be able to reconnect with the loved ones they left behind in this great country? Our immigration system must change for future of our children. We are a wounded Pueblo in search of healing.
La mayoría de los inmigrantes huyen de su país en busca de un futuro mejor para sus familias. Vienen en busca de una justicia social que raras veces es encontrada. Una justicia social que se les fué negada en su País de orígen. En algunos casos, estas personas cruzan tres o cuatro países para poder llegar a su destino, los Estados Unidos y obtener el tan deseado “Sueño Americano.” Para algunos, el sueño americano es muchas veces quebrantado y termina siéndo nada más que una falsa ilusión. Algunos pierden su vida en esa búsqueda; son golpeados, violados, encarcelados y hasta robados. Una gran mayoría de indocumentados tienen hijos estadounidenses con los cuales se han adaptado y creado su propia cultura. Dichas personas han pagado sus impuestos y ayudado a enriquecer a este País con sus tantas buenas habilidades. A pesar de dichas cualidades que han ayudado a formar este País que lo han hecho grandioso, estas personas están siendo arrestadas, llevadas a centros de detención sin importar cuantos años llevan viviéndo en este País y después mandados a un lugar donde ya no pertenecen.
Hay algunos casos en que nuestros jóvenes adultos que fueron traídos a corta edad a este País están siendo mandados a un país en el cual no hablan el idioma. Hoy en día la separación de familias es tan extrema que hay más de 1,500 niños que el sistema ha perdido rastro. Los niños están siendo separados de sus padres y llevados a lugares en los cuales son abusados mentalmente, maltratados y amenazados con ser violados. La gente cometiéndo estas atrocidades se respaldan usando la palabra de Dios argumentando que la palabra de Dios dice que debemos obedecer al gobierno, pero yo siento que nuestro Señor es misericordioso y que no debemos de estar haciéndo esto a niños inocentes. El sistema de inmigración esta siéndo quebrantado por odio y racismo.
Ningún niño debería de estar pasando por este sufrimiento. Esto es algo que Dios no hubiera querido que hiciéramos. EL gobierno esta pisoteando todo tipo de derecho humano. Los inmigrantes no vienen a los Estados Unidos por diversión, están aquí por necesidad, porque en sus Países han sido oprimidos monopolizados, dejándolos en extrema pobreza, contaminación y lo mas mínimo para sobrevivir. Ya no contentos con monopolizar los Países más pobres, también hacen los gobiernos aún más corruptos y roban lo poco que la gente pobre tiene.
Este país se ha convertido tan cruel e inhumano hacia las personas con necesidad. Ya no nos importa por lo que otros han pasado. No tenemos misericordia y aun así utilizamos la palabra de Dios para justificar nuestros malos comportamientos. Cientos de familias están siendo separadas en este momento. Madres y padres indefensos están siendo detenidos y encarcelados por una simple infracción de tráfico en la cual tal vez solo tenían una luz quebrada o no usaron el direccional. Al parecer, nos dejaron de importar nuestros hermanos y hermanas. Hace algunos días, una familia fué detenida cruzando la frontera y por tanta frustración y por no saber dónde quedó su familia, el papá decidió suicidarse. Uno de tantos dreamers fué deportado a México siéndo asesinado tres semanas después por no saber donde estaba. En un invernadero de Iowa se hizo una redada y se llevaron a más de 100 personas que nunca pudieron regresar por sus hijos en las guarderías. Esos padres no se despidieron de sus hijos y fueron forzados a abandonar sus sueños. ¿Algún día acabará esta pesadilla? ¿Algún día las familias indocumentadas van a poder reconectarse con sus seres queridos que dejaron en este gran País? Nuestro sistema de inmigración debe de cambiar por el futuro de nuestros hijos. Somos un pueblo herido en busca de sanación.